Cuando la ciudad te absorve

Cuando la ciudad te absorbe puedes comenzar a fluir con los golpes de su ritmo: una música ensordecedora de mentes aisladas te puede hacer construir la más bella o más aterradora de las melodías. Mil latidos, millones de pensamientos a un mismo tiempo y en un mismo lugar. ¿Cuál puede ser la memoria de la próxima estación? Pueden haber amado y odiado cien almas, todas en silencio. Choques, pero no encuentros, en sus recorridos de hormigas consecuentes.

Produce escalofríos.

¿Y si uniésemos con hilos los cruces de todas nuestras miradas?
La red de la ciudad continúa dormida.

Arcadia

" Reinventemos los dioses, todos los mitos
de los tiempos.
Celebremos símbolos desde el profundo y antiguo bosque.
(Has olvidado las lecciones
de la antigua guerra) "

Jim Morrison. An American Prayer

Hoy añoro lo que no he vivido

Vuelta a las andadas

¿Debe de haber una razón para comenzar? Tal vez porque hoy tengo la rabia suficiente. Se acumula en los días en los que es mejor no levantarse. Y se retuerce y oprime la garganta cuando estás afónica. El grito no puede salir, y se ahoga ahí dentro. A lo mejor es porque tengo el síndrome pre-menstrual, o el post-vacacional, o no se, cualquiera de esas nimiedades que inventamos los occidentales para autocompadecernos. O quizá sea porque estoy enfadada con el mundo, y no he salido para no encontrármelo frente a frente, y él me ha dejado sin voz por cobarde.
Seguramente porque no dejo de sumar cosas, y hacer listas y listas y listas de razones para hacer listas y nunca encuentro el último y.

No te salves

Aquí dejo uno de los cantos a la libertad de Benedetti, una gran rama donde aferrarse cuando todo se inunda, una de esas voces que te hinchan el corazón y te encogen el estómago.
Para que no nos salvemos y llenemos de vida nuestros pasos. Para que no nos dejen adormilados con el opio de los caminos planos en las casas cansadas. Para que no lloren las ventanas, y los ojos sigan teniendo brillo.


Gracias por existir, Lorena :)


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Un mal día, tal vez

Y todo se derrumba, como un gran castillo de arena al que las olas van desmembrando poco a poco.
Y ya estoy cansada.

Dicen que el luchar te hace libre, y esto ocurre hasta que eres esclavo de una libertad que nunca llega, que se esconde en cada esquina como niño jugando al pilla-pilla; te deja oler su aroma y huye despavorida mofándose de tus raíces en la tierra.

Todo se vuelve entonces un círculo viciado en que acciones suceden estúpidas una tras otra, obligándote a seguirlas.

Y yo sólo quise fundirme con el cielo.

Un huracán en el que ni siquiera puedes detenerte a cerrar los ojos y gritar que se detenga, porque nunca lo ha hecho, y ya has perdido la esperanza.

Todo se convierte en una desgana continua, que hace que el aire pese demasiado, y las fuerzas quieran esconderse. La ilusión pasa a ser un deseo por desaparecer, tornar a una niebla gris que pueda hundirse como piedra en el agua.

Las ilusiones pasan a ser proyectos que se acumulan como cajas abandonadas cubiertas de polvo, y el mundo una gran indigestión si tratas de probarlo.

Tal vez nunca encuentre la nota precisa en esta canción, empieza a cansar tanta búsqueda.

" A veces hay tantísima belleza en el mundo que siento que no lo aguanto, y que mi corazón se está derrumbando"

[American Beauty]

Todo por un sonido que limpie telarañas, un leve tintineo que nos eleve más allá de la atmósfera atestada de desidia. Una cuerda que arranque los suspiros y lance al infinito los silencios de mentes perdidas en el vacío de lo cotidiano. Un grito que haga temblar los muros asfixiados por el musgo y derrumbe de una vez tantas rejas y candados.

"No es placer; es necesidad...es viento, es lluvia, es fuego...derramar todos mis secretos"